
¿Wall-E o Skynet?
La inteligencia artificial tiene el potencial de acelerar el progreso de la humanidad o destruirnos a todos.
Hace un par de días miraba un video sobre la operación de la Terminal de Yangshan, la mayor terminal portuaria automatizada del mundo, ubicada en en Shanghai, China. En el corto, decenas de grúas movían contenedores y los colocaban en remolques eléctricos autónomos con la gracia de una coreografía de ballet. O con la fría eficacia de las máquinas de The Matrix, dependiendo de como uno lo quiera ver.

Desde sus inicios, la Inteligencia Artificial o AI ha generado no pocos recelos. Infinidad de novelas y películas advierten sobre los posibles peligros de una inteligencia no humana. HAL 9000, Skynet, Ultron y los Cylons trataron de eliminar a todos los humanos a su alcance, mientras que V.I.K.I. o Auto sólo intentaron dominarlos ‘por su propio bien’.
Elon Musk, uno de los mayores conocedores de las capacidades de la IA ha expresado su desconfianza: «La naturaleza de la IA que están construyendo es una que aplasta a todos los humanos en todos los juegos», dijo al New York Times en una nueva entrevista. «Quiero decir, es básicamente la trama en ‘War Games‘». En esa película de los 80s, una supercomputadora convence al estado que un ataque nuclear de la Unión Soviética es inminente, lo que casi ocasiona un ataque real. En un tweet de 2014, Musk expresaba que «La IA es potencialmente más peligrosa que las armas nucleares«.

En la película Wall-E, de Pixar, Auto, el robot piloto automático de la astronave Axioma se amotina contra su capitán y se defiende para tratar de cumplir a rajatabla con su programación. No todas las IA de la ciencia ficción son tan benévolas.
Coincidentemente, hace unos días Tesla anunciaba que poseen la quinta supercomputadora más rápida del mundo, que emplean para ‘entrenar a la inteligencia artificial para la conducción autónoma’. Un fin mucho más benigno que esclavizar seres humanos, definitivamente. En teoría, los vehículos autónomos podrían ser mucho más seguros que los operados por seres humanos susceptibles al cansancio, sustancias tóxicas o enojo. Según el IIHS (Instituto para la Seguridad en Carreteras, de EEUU), los vehículos completamente autónomos podrían evitar hasta un 71% los accidentes. Algo interesante es que, al menos en EEUU, según una encuesta realizada el año pasado sólo un 12% de los automovilistas dice confiar plenamente en un vehículo sin conductor.

¿Podrían hoy en día existir en realidad máquinas autónomas asesinas? La respuesta es ‘sí’, al menos así lo indica un reciente reporte de la ONU. Según el documento, en 2020, un Dron STM Kargu-2, definido en el reporte como un ‘arma letal autónoma’ fue desplegado en combate, tras lo que buscó y atacó por su cuenta a miembros de las fuerzas armadas de Libia. A diferencia de los conocidos drones empleados desde hace años por las fuerzas armadas de los Estados Unidos y otros países, estos aparatos ‘están programados para buscar y atacar objetivos sin requerir una conexión de datos entre el operador y las armas‘. Algo así como un T-800, pero sin el cuerpo de Arnold Schwarzenegger en The Terminator.
Entonces, ¿Deberíamos preocuparnos que en el futuro cercano nuestro coche tome conciencia y decida eliminarnos? Personalmente, creo muy improbable dicho escenario.

Más plausible es que personas (o empresas o países – todas ellas formadas por humanos) empleen la IA para intentar dominar, esclavizar o eliminar a otro grupo de personas. Hechos como La guerra de los chimpancés de los años 70s (no me lo inventé, los invito a leer el artículo de la BBC) nos muestran que estos comportamientos han existido entre nuestros antecesores desde antes la aparición del hombre moderno, así que sería lógico concluir que la IA asesina sería únicamente una extensión de nuestros instintos.
Por ahora, estoy satisfecho con que la IA de Netflix me recomiende películas que probablemente me gustarán o que Google Maps me indique la ruta más rápida a mi destino. No pido más.
Bertha Tejada
Muy entretenido artículo, es curioso que citaras «War Games» creo que muchos la consideran olvidable, pero fue por esa película que elegí ser Ingeniera de Sistemas al graduarme del cole. En esa época sospechaba que la Inteligencia artificial sería un enemigo y no un aliado como lo asume ahora Tesla por la forma en como la están aplicando; aunque pensar en IA como una prolongación mejorada de la IH (inteligencia humana, me inventé la sigla) me genera una mezcla de temor y curiosidad. Sería interesante en un futuro ser testigos de la evolución de estas máquinas; pues esa sí sería «La evolución» pues la del mono al humano no me la creo, no porque dude de la teoría de Darwin, sino porque en la actualidad hay más hombres parecidos a los monos(evolución ausente) que hombres parecidos a Einsten o Heidegger. Saludos.